Cuando empiezan a interesarse por las técnicas de reproducción asistida, los pacientes, lógicamente, desean tener el máximo control sobre todo el proceso. Lamentablemente, esto no siempre es posible, pero gracias a las nuevas tecnologías que ofrecen los laboratorios de genética podemos llegar a minimizar los riesgos en lo que se refiere a la posible transmisión de enfermedades a los hijos.