Cuidar y mejorar la fertilidad, o incluso conseguir un embarazo de forma natural puede resultar más fácil en verano que durante el resto del año. La relajación de horarios durante estos meses y el mayor descanso en las vacaciones favorecen el poder prestar más atención a factores como la alimentación saludable, la práctica de ejercicio, el control del estrés… y en definitiva a nuestra salud reproductiva.