Dada la complejidad molecular necesaria para que se produzca un embarazo, y las posibles complicaciones que pueden surgir durante la gestación, podríamos decir que el nacimiento de un bebé sano es poco más que un milagro. De cada 100 óvulos fecundados, unos 70 se implantan en el útero, 55 dan lugar a bebés nacidos y sólo 48 de ellos (menos de la mitad) llegan a término como bebés sanos. 

Pero, ¿puedes culpar a tus padres si tienes problemas para quedarte embarazada?