Proceso de la inseminación artificial: etapas y resultados

Publicado el 15/09/2023

La inseminación artificial es un tratamiento que consiste en introducir semen de la pareja o de un donante en el útero de la mujer coincidiendo con la ovulación. Por su efectividad y sencillez es una de las técnicas más utilizadas en reproducción asistida y está indicada en casos de problemas de motilidad leve en el semen, así como otros impedimentos fisiológicos tanto en el hombre como en la mujer (por ejemplo, alteraciones en el moco cervical o vaginismo) que pudieran complicar el acceso de forma natural de los espermatozoides al útero.

Para contar con las máximas probabilidades de éxito, la inseminación artificial se recomienda solo en caso de mujeres jóvenes (hasta los 35-37 años) y con una buena reserva ovárica. Para ampliar aún más las posibilidades de embarazo, la muestra espermática se somete a un proceso de capacitación antes de introducirla en el útero, pero la fecundación sigue sucediendo de forma natural dentro del cuerpo de la mujer.

También es un recurso apropiado para mujeres sin pareja o parejas de dos mujeres que desean ser madres. En este caso se recurre a semen de un donante anónimo.

 

Las 5 etapas de la inseminación artificial

La inseminación artificial consta de 5 fases:

  • Evaluación médica: Para determinar si la inseminación artificial es el procedimiento más adecuado para lograr un embarazo hay que realizar algunas pruebas diagnósticas previas. Con una ecografía comprobaremos tu reserva ovárica y detectaremos posibles patologías. También haremos un estudio de fertilidad completo.
  • Estimulación ovárica: En un ciclo menstrual normal, generalmente madura un único óvulo, aunque varios inician ese proceso dentro de sus folículos antrales. Con la estimulación ovárica logramos que todos los folículos que inician su maduración en ese ciclo, maduren por completo. Con más óvulos maduros y aptos para ser fecundados por los espermatozoides que se utilicen en la inseminación artificial, mayores probabilidades de embarazo aunque siempre con un límite que suelen ser 2-3 folículos para minimizar el riesgo de gestación múltiple.Para hacerlo posible, se administran a lo largo de 10-12 días hormonas similares a las que regulan el ciclo menstrual. Durante ese período nuestro equipo médico te realizará el seguimiento a través de ecografías y análisis de sangre.Como los ciclos femeninos no se amoldan al calendario, en Ginefiv nos adaptamos a tu ciclo. Para ello abrimos los 365 días del año. Podemos hacerte los controles e incluso la inseminación en domingo, en festivo o en Año Nuevo. Además, contarás con nuestra app gratuita para que te resulte más fácil apuntarlo todo, consultar cuando te sea necesario y comunicarte con nosotros cuando lo necesites.
  • Selección y capacitación de los espermatozoides: La inseminación artificial puede realizarse tanto con semen de la pareja como con el de un donante.
    • Con semen de tu pareja. Seleccionaremos los espermatozoides con mayor movilidad y los procesaremos para mejorar su calidad y capacidad fertilizante. Una de las técnicas más avanzadas para la selección espermática es el MACS (Magnetic Activated Cell Sorting). Este sistema se utiliza en casos de infertilidad masculina cuando existe un porcentaje de fragmentación del ADN de los espermatozoides patológico. Sucede cuando los espermatozoides mueren antes de tiempo y sin cumplir su función fecundadora. Con el MACS, los biólogos seleccionan solo aquellos espermatozoides sanos y con opciones de éxito.

El MACS también se recomienda en casos de más de dos ciclos de tratamiento sin gestación o cuando hay abortos de repetición.

Esta técnica mejora las tasas de fecundación en un 13%.

  • Con semen de donante. Esta opción se recomienda:
    • con infertilidad del varón
    • cuando sea portador de patologías de carácter hereditario
    • en caso de mujeres solteras o parejas de dos mujeres.

En Ginefiv contamos con uno de los mayores bancos de donantes de semen de Europa. Aunque el donante será siempre anónimo, tal como marca la legislación vigente, y no tendrá derechos ni obligaciones en caso de embarazo, sí se seleccionan en base a criterios fenotípicos  y de raza además de la posibilidad de hacer un matching genético.

  • Inseminación: Es el momento de depositar los espermatozoides en el útero. Para ello empleamos una cánula alargada, fina y flexible. Es importante tener en cuenta que este procedimiento no garantiza la fecundación. La inseminación artificial emula el proceso natural que tiene lugar durante el coito, pero multiplica las posibilidades de embarazo al acercar espermatozoides muy cualificados al óvulo en el momento exacto de la ovulación.
    La inseminación artificial se realiza en la zona de exploración de la consulta. No duele ni requiere anestesia ni analgesia. Es un procedimiento sencillo que apenas dura unos minutos. Una vez terminado, podrás abandonar la clínica y reincorporarte a tu vida cotidiana con normalidad.
    En Ginefiv utilizamos el sistema electrónico IVF Patrol para garantizar el seguimiento e identificación segura de todas las muestras de nuestros pacientes. Así aseguramos que el esperma elegido es el que se introduce en la cavidad uterina
  • Confirmación del embarazo: Pasados unos 15 días desde la inseminación te realizaremos una prueba Beta–hCG. Consiste en un análisis de sangre para medir los niveles de la hormona que evidencia si hay o no gestación. Este análisis es gratuito y se incluye en el precio de la inseminación artificial.
    Si el resultado es positivo, 12-14 días después te realizaremos una ecografía para confirmar el embarazo. A partir de ahí, el seguimiento de la gestación se realizará de forma rutinaria con tu ginecólogo habitual.

 

¿Qué puedo esperar de una inseminación artificial?

La inseminación artificial es un tratamiento con buenos resultados, si bien estos van a verse muy condicionados por la edad de la paciente.

Aunque siempre será necesario valorar cada caso en consulta, las posibilidades de embarazo con inseminación artificial son razonablemente buenas en mujeres por debajo de los 35 años. A partir de esa edad, la curva de éxito desciende paulatinamente y comienzan a ser más recomendables otras técnicas como la fecundación in vitro.