Uso de psicofármacos en el embarazo

Publicado el 13/09/2021

Actualizado el 18 de agosto de 2022.

La medicación para los trastornos mentales (psicofármacos) puede estar contraindicada en el embarazo y afectar a la salud del feto. Por ello, si sufres un trastorno psicológico es imprescindible que cuentes con la opinión de un especialista antes de iniciar la búsqueda de un embarazo.

¿Debo dejar de tomar psicofármacos en el embarazo?

Debes saber que es muy importante no dejar de tomar la medicación abruptamente, a menos que el médico lo indique. Dejar el tratamiento de golpe puede llevarte a una recaída más rápida y puede igualmente tener efectos secundarios. A veces, es preferible seguir con la medicación durante el embarazo. Nunca hay que dejar la medicación súbitamente sin contactar primero con un médico.

Existen tratamientos farmacológicos eficaces, pero un elemento a tener en cuenta durante el embarazo es que ciertos medicamentos (casi todos) suponen un riesgo de malformación fetal, problemas perinatales o retrasos del crecimiento.

Psicofármacos contraindicados para el embarazo

El litio, así como las benzodiacepinas, los antidepresivos tricíclicos, el ácido valproico, los neurolépticos, fármacos antiepilépticos, opiáceos, y otras drogas deben ser evaluadas por un especialista, para valorar el beneficio para la paciente frente al riesgo potencial de producir una alteración fetal. La decisión debe ser tomada conjuntamente entre médico y paciente.

Habitualmente, el especialista, conociendo tu deseo gestacional, cambiará el tratamiento a un fármaco que tenga el menor riesgo conocido, mientras sea adecuado para mantener tu enfermedad controlada.

Y siempre, según cada trastorno, será preferible usar el menor número de fármacos posibles. En muchas ocasiones, incluso un solo fármaco es la mejor elección para mantener controlada tu enfermedad y someter al bebé al menor riesgo posible.

Riesgo de usar psicofármacos durante el posparto

Tras el parto, la mayoría de estos medicamentos se filtran a la leche materna por lo que también podrían llegar al bebé durante la lactancia. Debemos tener siempre en cuenta el riesgo – beneficio, recordando que en este caso también existiría la opción de no amamantar. Alteraciones mentales que podrían afectar en el embarazo y post parto

 Las estadísticas indican que las personas que sufren problemas mentales o psicológicos tienen mayor riesgo de que durante la gestación se agraven los existentes o que reaparezcan trastornos que habían remitido.

Ten en cuenta que, a veces, los problemas relacionados con el embarazo pueden confundirse con los síntomas de alguna alteración mental. Por ejemplo: el sueño interrumpido y una falta de energía son ambos comunes durante el embarazo y la depresión. Por ello siempre se debe acudir al especialista antes de precipitarse a sacar conclusiones o alarmarse. Ver: La importancia de la ayuda psicológica.

Es especialmente recomendable que acudas a un especialista si:

  • Padeces epilepsia o has padecido algún ataque o convulsiones en el pasado.

  • Tienes antecedentes (o padeces) de enfermedad mental seria como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o una depresión severa.

  • Has padecido una psicosis postparto o una depresión postparto severa anteriormente.

  • Padeces o has padecido un trastorno de ansiedad severo como el Trastorno Obsesivo Compulsivo (especial riesgo durante el embarazo).

  • Has padecido algún trastorno alimentario (anorexia o bulimia).

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