Cómo el peso afecta al embarazo

Publicado el 13/09/2021

El peso corporal tiene una influencia importante en la fertilidad de una pareja. Un cambio drástico en el peso normal, ya sea por aumento o por pérdida, puede causar infertilidad tanto en los hombres como en las mujeres e incluso reducir las posibilidades de éxito de los tratamientos de reproducción asistida. Se ha llegado incluso a sugerir que el 12% de la infertilidad primaria es consecuencia de problemas de peso.

Así pues, al aumento del riesgo de padecer enfermedades coronarias, diabetes, hipertensión, accidentes cerebrovasculares y problemas respiratorios en personas obesas, se unen estrechamente los problemas de esterilidad. 

El peso y los hábitos de vida

Según los últimos datos recogidos, la prevalencia de obesidad en adultos en España ha ascendido, llegando al 24,1% de la población, en cabeza de la media europea (18,5%) y superada únicamente por Reino Unido e Irlanda. 

Este incremento de la obesidad está claramente relacionado con los cambios de hábitos de vida. Así, un aumento de la cantidad de comida rica en grasas, una disminución de la ingesta de frutas y verduras, y una reducción  del ejercicio físico son algunas de las causas que habitualmente se encuentran detrás de tales cifras.

Efectos sobre la fertilidad

En las mujeres con sobrepeso y obesidad, la grasa excesiva corporal conlleva desequilibrios hormonales, disminuyendo la ovulación y la calidad de los óvulos, volviéndose los ciclos irregulares o pudiendo incluso desaparecer. Además, la mujer obesa puede ser más resistente al tratamiento hormonal en el caso de someterse a un tratamiento de fertilidad y, por tanto, obtener unos peores resultados en los ciclos.

Existen diversos trastornos asociados con obesidad, que pueden afectar directamente a la fertilidad:

  • Síndrome de ovario poliquístico

    Las pacientes afectadas por este síndrome cumplen al menos dos de los siguientes criterios:

    • Reglas irregulares o ausentes.
    • Aspecto ecográfico de ovarios poliquísticos.
    • Aumento de hormonas sexuales masculinas, pudiendo llegar a tener aumento de vello corporal.
  • Hipotiroidismo
    Con una producción insuficiente de hormonas tiroideas que puede conllevar una alteración hormonal global, reduciendo las posibilidades de embarazo si no se tiene buen control endocrinológico.
  • Exceso de estrógenos
    Además de producirse en los órganos reproductivos, los estrógenos se producen en la grasa periférica; es por eso que una mujer obesa es más susceptible de sufrir desequilibrios hormonales que mermen su fertilidad. Además, la cantidad de progesterona en la fase lútea se puede ver afectada y no alcanzar los niveles adecuados para seguir un correcto desarrollo del embarazo.

En cuanto a los varones, además de disminuir el apetito sexual, las muestras seminales se ven afectadas, reduciendo la cantidad y movilidad de los espermatozoides en  más de un 20% de los pacientes obesos.

Por eso nuestra recomendación es siempre el control de peso, acudiendo a un especialista si es necesario, antes de iniciar un tratamiento de esterilidad para optimizar los ciclos al máximo y que de este modo nuestro objetivo común, que es el embarazo, se pueda conseguir.